Publicado en Carnes, Experiencias

¿La mejor hamburguesa de Madrid?. Posiblemente….

Como lo prometido es deuda, hoy toca hablaros de la visita que hicimos ayer a un local de la cadena Steak Burguer en Madrid.  Teníamos pendiente ir a probar este sitio desde hace un tiempo, y como siempre pasa, lo vas dejando correr. Entre el poco tiempo y que las hamburguesas no son una de nuestras predilecciones, pues se va dejando pasar.

El primer error. Claro que esto lo digo ahora, después de saber lo que me perdía.

Al haber tenido ya la experiencia, me he interesado más por la firma y el negocio, y es justo decir que una vez «cotilleado» se entienden un poco más algunas de esas cosas que nos han sorprendido tan gratamente. “Cuestionar las reglas y romper protocolos” es una de las frases que pueden leerse en su web. Además de encantarme esa filosofía, solo hay que pensar un poco en cómo está actualmente el mercado y aceptar que, con principios como esta cita, esto no puede pintar más que de forma exitosa.

Las carnes, de buey o ternera (así como la cita antes mencionada) provienen de La Finca de Jiménez Barbero, una excelente productora de carne de vacuno que parte de una premisa poco tenida en cuenta en estos días: el bienestar del animal.

Su exquisito cuidado, el espacio disponible para cada animal, climatología, alimentación, confort… con intenciones así, la carne proporcionada solo puede ser excelente, ¿no os parece?  Habrá que hacer también una visita a La Finca, posibilidad que aparece en su web. Tiene pinta de no defraudar en absoluto.

Pero todo esto mejor lo descubrís vosotros navegando por sus páginas. A lo que íbamos:                   Nos decidimos, en nuestro paseo por el centro de la ciudad, por acercarnos al local de la calle Atocha 110. La decoración nada más entrar es agradable, muy desenfadada, muy vintage y acogedora, con una luminosidad que se agradece. No me gustan los espacios muy cerrados, ¿se nota?

El trato, correctísimo, al poner un pie dentro nos reciben, nos invitan a elegir mesa y nos prometen que en un instante nos acomodan: Promesa cumplida, en seguida nos traen las cartas y nos preguntan por nuestra elección para ir tomando algo. De manera muy desenfadada y cordial, pero sin perder ni un instante formas y cortesía. Muy agradable.

La cata que nos decidimos a realizar es básica, como no: Un entrante y hamburguesas. Ya que hemos venido a probar, vamos a lo común.

El entrante son unos nachos espectaculares. Con salsa de tomate, guacamole, queso fundido, crema agria y unos potentísimos jalapeños. Confúndelos con pepinillo y te llevarás una muy picante sorpresa. Muy ricos, mucho.

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Para probar las hamburguesas pedimos la Steak Burguer, por aquello de llevar el nombre de la casa, y la Mountain Burguer, con queso de cabra.

Al pedirlas, pasas un pequeño interrogatorio que prueba la tozudez de esta firma en que el cliente coma exactamente lo que le apetece comer:                                                                                                         Eliges que  la carne sea de ternera o de buey, el peso de tu hamburguesa  (opción de 160, 250, 320 o 500 gramos), el punto de sellado de la carne, el tipo de pan (americano o rústico), la guarnición (patata frita o asada, ensalada)… más a gusto del consumidor se antoja casi imposible.

Así que, como decimos, nos decantamos por una Steak de 320 gramos y una Mountain de 250, ambas de carne de buey y guarnición de patata asada.

La primera viene elaborada con tomate, cebolla caramelizada, queso monterrey y una salsa que llaman STB que (de corazón os lo digo) tiene un sabor INCOMPARABLE.                                      Guardad en secreto la receta de esa salsa, chicos. Guardadlo.

La Mountain, por su parte, trae también cebolla caramelizada, tomate, otro tipo de salsa (honey) y queso de rulo de cabra.                                                                                                                                                   Aquí sí quiero mencionar una cosa que me gustó mucho de esta hamburguesa: El queso. Y no por su sabor sino por su cantidad. Uno está ya un poco “castigado” de muchos sitios en los que al usar el queso de cabra (ensaladas sobre todo), los cocineros colocan un taco grueso y enorme de queso, bien tratado en plancha, pero que con su potente sabor y su textura acaba comiéndose (si no cargándose) el resto de sabores del plato en cuestión.

He aquí la clave. En la Mountain venía un medallón de queso del grosor ideal, tirando a fino, para que le aportase a la hamburguesa su inconfundible sabor pero sin matar absolutamente nada del resto. Chapeau.

En cuanto al a cantidad……. Decir que las de 250 y 360 gramos, si vuestro nivel de comensal es común, son ideales y sacian más que de sobra. La de 160 a mi parecer quizá sea corta, y la de 500 gr………… no lo se. Pero juro que la pediré la próxima vez aunque me cueste comérmela. Lo juro.

El postre no podía ser menos que otro clásico. El brownie de chocolate con helado. Para dos, por supuesto, ya que estas burguer´s  dejaron nuestros estómagos cercanos al límite.

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El brownie es a lo único que le podría poner un “pero”. Es mejorable. ¡OJO! Con “mejorable” me refiero a que le daría un 7 sobre 10 aproximadamente. Mejorable no quiere decir en ningún momento que no estuviese muy bueno.

Comida abundante y platos que no se quedan cortos de nada, muy bien presentados y servidos y con una calidad notable. Y de agradecer también la atención del camarero, aconsejando, explicando y poniendo freno, cuando debió, a nuestras ganas de probarlo todo. Vender es una cosa, y fidelizar otra muy distinta.

De verdad y sin florituras: Posiblemente la mejor hamburguesa que haya comido en muchos años.                                                                                                                                                                                  Posiblemente, la mejor hamburguesa de Madrid.      Prometo repetir.

 

PD:

Desde aquí quiero hacer llegar un mensaje a los responsables del negocio de la calle Atocha, y ojalá les llegue: No soltéis jamás a Giovanny, el «mánager», que fue quien nos atendió. Profesionales así encumbran negocios.

A todo le pondría un 9 sobre diez.  Sólo Giovanny y su labor, seguramente, superen esa nota. Gracias.

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